En el silencio donde todo se pierde,
hallé tu voz, faro en noches terrestres.
Eres la luz que en sombras se vierte,
todo lo que soy, en ti se convierte.
En el vacío, tu amor es la brisa,
que llena el alma, cura la herida.
Como el mar besa la orilla precisa,
tu risa es la melodía que eterniza.
Bajo el cielo de tu mirada infinita,
todo mi ser a tu lado se agita.
Eres el sueño donde mi esperanza habita,
la promesa que el corazón necesita.
Con cada latido, te vuelvo a elegir,
en este viaje sin fin por vivir.
Todo lo que tengo, te quiero ofrecer,
eres mi todo, mi ser, mi amanecer.