En las salas de sabiduría, un viaje empieza,
con libros abiertos y mentes despiertas,
primer año concluido, corazón rebosa,
en el arte de curar, una pasión grandiosa.
Con cada página, un mundo se reveló,
anatomía, histología, el conocimiento floreció.
En cada desafío, una fuerza encontrada,
en cada triunfo, una alegría desbordada.
Oh medicina, noble y eterna,
tus secretos me envuelven, como una estrella.
Cada diagnóstico, una historia, una vida,
en cada tratamiento, una esperanza encendida.
Bajo la luz de la ciencia y la humanidad,
mi corazón late con felicidad.
Concluyo este año, con orgullo y amor,
mirando hacia el futuro con fervor.
Así, con gratitud y emoción sincera,
celebro este final, y lo que espera.
En cada paso, crezco, aprendo y vivo,
en esta jornada, a curar, me dedico.